
La respiración: equilibrando energía
La respiración: equilibrando energía
El mes pasado os hablaba de cómo la respiración y el sistema nervioso están ligados entre sí.
Ahora, os propongo varios ejercicios de respiración para equilibrar la energía desde una postura sentada, ya sea en suelo o en silla, estable y con la espalda alargada.
Dirga Pranayama
Inhala profundamente por la nariz, expandiendo el abdomen y luego las costillas y pecho. Exhala por la nariz, desde el pecho, zona de las costillas y desde el abdomen.
Puedes ayudarte colocando una mano en el abdomen y otra en la caja torácica para conectar con la práctica.
Repítela varias veces.
Anuloma Viloma
(Respiración alterna)
Descansa la mano izquierda sobre la rodilla o haciendo Gyan Mudra (se tocan dedo pulgar e índice).
La mano derecha en Vishnu Mudra (dedo índice y corazón doblados hacia la palma, y el pulgar, anular y meñique extendidos).
Con el pulgar, tapa la fosa nasal derecha, inhala a través de la fosa nasal izquierda y retén la respiración un momento. Después tapa la fosa nasal izquierda con el dedo anular y exhala por la fosa nasal derecha. Inhalas por derecha, retén, tapas fosa nasal derecha y exhalas por izquierda. Esto sería una ronda.
Puedes hacer la inhalación y exhalación y si retener te resultar complicado, no hacerlo al inicio y practicar sin la retención.
Haz varias rondas terminando con exhalación por la fosa nasal izquierda.
Date tiempo para experimentar. Una vez hayas terminado, quédate sentada tranquilamente, con una respiración natural, espontánea y observa si hay alguna sensación en tu cuerpo.
Y por último, puedes practicar esta respiración refrescante llamada Shitali. Esta técnica enfría la mente y el cuerpo, baja la presión sanguínea y combate el estrés.
Para practicarla simplemente sigue estos pasos:
Saca la lengua y dobla los bordes laterales hacia el centro como haciendo un rollito con ella. Si no es posible hacer el rollito, puedes hacer Sitkari: junta los dientes de arriba y abajo, como si mordieras y separa tus labios manteniendo la boca entreabierta. Coloca la lengua en el paladar, justo detrás de los dientes superiores.
Inhala larga y profundamente asegurándote de que el aire pasa por el centro de la lengua. Siente cómo el aire se enfría al entrar.
Exhala despacio por la nariz.
Repite todo de 10 a 15 veces.
Recuerda escuchar a tu cuerpo durante la práctica.
Namaste