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personas practicando yoga al aire libre

Psoas y Yoga

Psoas y yoga

 

El psoas es uno de los músculos en los que se genera más tensión por ejemplo, si llevas una vida sedentaria, también se puede contractura si trabajas demasiado. 

 

A nivel anatómico, tiene múltiples funciones ya que es un estabilizador lumbar y soporte central del cuerpo, une la parte superior con la inferior del cuerpo y parte posterior con la anterior, nos permite flexionar la cadera y caminar y, además, puede influir en la respiración diafragmática, en el buen funcionamiento de los órganos y en el sistema nervioso. 

 

El psoas mayor una la columna vertebral con las piernas, desde la 12º vértebra torácica y desde las vértebras lumbares. El psoas menor no está presente en todas las personas, conecta la columna vertebral con la pelvis y parece probable que con la evolución de pasar de los cuadrúpedos a los bípedos, vaya desapareciendo de forma gradual. El ilíaco es un músculo en forma de abanico fijado en su superficie interior a cada lado de la pelvis y se inserta en el trocánter menor mediante un tendón. 

 

El psoas tiene además conexiones fasciales con el diafragma, el suelo pélvico que hace que conecte con sistema cardiovascular, riñones y la fascia profunda en la garganta, pero también, a través de la fascia profunda, hay una conexión entre los músculos de los hombros (trapecio, dorsal ancho y pectoral mayor). 

 

La fascia tiene muchísimas terminaciones nerviosas, con lo que sucede en una zona, afecta a otra. Se le conoce como el “músculo del alma” y de las emociones al tener esas conexiones con el diafragma. Ambos se relacionan entre sí mediante el sistema de lucha-huida del sistema nervioso. Por eso en periodos de estrés se puede ver afectada la postura, respiración y órganos abdominales. 

 

A nivel energético también es importante. Las tradiciones asiáticas ya dan mucha importancia a toda esa zona, es donde se encuentra el dan tien en la tradición china o el hara en la tradición japonesa, el centro energético del cuerpo y desde donde suelen salir los movimientos de las prácticas físicas. Ese centro te conecta con la tierra por un lado y, con el cielo sobre tu cabeza. 

 

Lo que indico a continuación tiene como base el libro de Karlfried Grad en su libro “Hara” que dice: “pecho saliente-vientre metido” para expresar cómo los occidentales solemos tener la posición corporal. El desplazar el centro de gravedad hacia arriba, altera la tensión y fuerzas internas del cuerpo. No está enraizado en el suelo. Un japonés, según comenta, no se apoya sobre una sola pierna perdiendo el centro. 

 

Así que todas estas costumbres que tenemos de cruzar las piernas, arquear riñones y meter vientre, es algo que está totalmente fuera de este sentido del centro. 

 

¿Cómo podemos trabajar esa zona a través del Yoga? 

 

Primero localizando la zona, puedes colocar las manos sobre la parte superior del abdomen e imagina con la exhalación como va descendiendo, con el fin de ser consciente del centro. 

 

Puedes realizar respiraciones diafragmáticas. 

 

También hay distintos movimientos y estiramientos que se pueden realizar con el fin de aflojar y suavizar la zona. 

 

El llevar la atención a las sensaciones del cuerpo y la respiración, es fundamental para mantener el psoas en buenas condiciones. 

 

Namasté 

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